Quiénes somos

El centro Vida Abundante fue fundado por un grupo de profesionales de las áreas de la salud y educación, quienes quisieron extender herramientas a la comunidad con el fin de impartir, a quienes lo deseen, las habilidades y los hábitos para obtener una alta calidad de vida. 

Para lograrlo, es necesaria la adquisición de competencias. Una competencia, no es mera información. Es una capacidad vital. Es por eso que nos proponemos, no solamente acercar propuestas y recomendaciones obtenidas de los mayores y más experimentados centros especializados en la Medicina del estilo de vida e investigación del mundo, sino también facilitar a los participantes la posibilidad de ponerlas en práctica y asumirlas en su propia realidad.

Nos alentó a desarrollar este proyecto el reconocimiento de que hoy en día, las personas pueden contribuir más a conservar y propiciar su propia salud que cualquier médico, hospital o progreso tecnológico. La evidencia científica confirma que el estilo de vida que tenemos, las conductas y hábitos aprendidos y puestos en la práctica cotidiana y las elecciones que efectuamos a cada momento, son los mayores condicionantes del estado de salud que obtendremos.

Si trabajamos por un cuerpo y una mente sanos, nuestro organismo poseerá los mecanismos necesarios para enfrentar cualquier contingencia. Pero necesita que le demos la oportunidad de hacer su trabajo, no debilitándolo y deteriorando su vitalidad ni capacidad regenerativa. La salud se propicia y conserva bajo la acción armoniosa de todas nuestras facultades, en obediencia a las leyes que conservan la vida. Necesitamos conocer tales leyes, familiarizarnos con ellas y observarlas con toda conciencia.

No hacemos ningún tipo de discriminación de raza, sexo, clase social, o religión, y también somos francos en reconocer que todas las personas siempre pensamos, obramos y decidimos desde una cosmovisión de la vida. Este hecho es ineludible. Y aunque el personal que trabaja en este centro fue formado y utiliza el conocimiento científico en su desempeño, nuestra cosmovisión es bíblico-cristiana.

Desde ella, reconocemos a Dios como creador y diseñador de la vida. Él formuló sus leyes y la sostiene. La ciencia ha descubierto muchas de ellas y nos explica cómo funcionan. Conociéndolas y llevándolas a la práctica, en contacto con la naturaleza y vinculados con y dentro de ella, se operará entonces, una restauración, una vuelta paso a paso, al diseño original, obteniendo así una Vida Abundante.

Participantes de la escuela de salud y parte del staff 2022

Cómo trabajamos

El organismo humano posee mecanismos propios que actúan como facultades curativas. Es un restaurador eficaz que podría llevar a cabo su tarea más adecuadamente si no se estorban sus esfuerzos. Pero pocas veces se le concede este privilegio. Por el contrario, suele recargárselo con el consumo o prácticas insalubres de tal manera, que muchas veces no puede reponerse lo suficiente como para conservar la salud.
La enfermedad es un esfuerzo de la naturaleza para librar al organismo de las condiciones resultantes de una violación de las leyes de la salud. En caso de enfermedad, hay que indagar la causa. Deben modificarse las condiciones insalubres y corregirse los hábitos erróneos. Después hay que ayudar al organismo en sus esfuerzos por eliminar los desechos y restablecer las condiciones propicias.
Es por ello que desde este centro, se trabaja fundamentalmente desde la prevención primaria, ciencia y arte de prevenir la enfermedad, prolongar la vida y promover la salud integral del individuo. El objetivo es CREAR COMPETENCIAS, educar un cuerpo y una mente sana, enseñando sobre el auto cuidado, el desarrollo de actitudes positivas y un estilo de vida saludable, evitando lo perjudicial.
Pero si la a la persona ya le fue diagnosticada alguna enfermedad por un médico especialista, y quizás ya está recibiendo algún tratamiento oportuno, también podemos acompañar en esta instancia dicho tratamiento (prevención secundaria). Estamos a disposición para ayudar a detectar muchos de los factores del estilo de vida que debilitaron su organismo, y a modificar aquellos hábitos y prácticas cotidianas insalubres que posiblemente hayan sido causantes o agravantes de su dolencia. De esta manera, no solamente podremos brindarle apoyo para recuperar la salud, sino también enseñarle cómo revertir dichas causas y así prevenir mayores males.
La misma propuesta se hace a las personas que ya han sufrido alguna dolencia y enfermedad, que fueron tratadas y desaparecieron sus síntomas, quedando o no secuelas. Porque si la causa o factores de estilo de vida agravantes no fueron modificados, el proceso de enfermedad no está totalmente cerrado. Es probable que, en algún momento, vuelvan a aparecer síntomas del mismo tipo o diferentes, porque el organismo sigue siendo desatendido o desprovisto de aquello que necesita para poder funcionar bien. Es por eso que la OMS considera a la salud como un “estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedades y dolencias”. Estas personas, aunque no perciban síntomas tangibles, también necesitan reeducación para una vida saludable (prevención terciaria). 

El proceso natural de reconstitución es gradual y requiere de tiempo. Pero si se persevera, al fin se verá que la naturaleza desempeña su obra con acierto.